viernes, 16 de noviembre de 2012

EXÁMENES DE SANGRE

EXÁMENES DE SANGRE

Hematocrito
  • El hematocrito y la prueba de hemoglobina miden el número de eritrocitos (glóbulos rojos),
  • que pueden disminuir (anemia) debido a la inflamación crónica.
Recuento de Leucocitos
  • Los leucocitos (glóbulos blancos) ayudan a combatir la infección. En general, el número de leucocitos aumenta en las infecciones y algunas enfermedades inflamatorias. Algunos fármacos y enfermedades como el lupus eritematoso sistémico (LES) pueden disminuir el número de glóbulos blancos.
  • A veces se usa la fórmula leucocítica para determinar el tipo específico de leucocitos que aumenta o disminuye.
  • Es un análisis que se usa comúnmente y que suele repetirse para evaluar los efectos colaterales de un fármaco o la posibilidad de una infección.
Recuento Plaquetario
  • Las plaquetas ayudan en la coagulación de la sangre. Si el recuento de plaquetas es demasiado bajo, que puede ser el resultado de una enfermedad (como el LES) o una reacción a un fármaco, existe la posibilidad de que exista un problema hemorrágico.
  • Es una prueba que no se indica con frecuencia, a menos que esté recibiendo un medicamento que pueda afectar el recuento plaquetario.
Tasa de Sedimentación de Eritrocitos / Velocidad de Sedimentación Globular (VSG)
  • La tasa de sedimentación de eritrocitos mide cuán rápido los eritrocitos (glóbulos rojos de la sangre) caen al fondo de un tubo de ensayo. Se calcula midiendo la distancia en que la sangre sedimenta en una hora.
  • La tasa de sedimentación se usa para indicar inflamación, ya que sustancias inflamatorias en la sangre hace que los eritrocitos se junten causando aglutinaciones que se vuelven más pesadas y caen más pronto que una célula individual.
  • Esta prueba tiende a medir la cantidad de inflamación presente, una tasa de sedimentación alta significa mucha inflamación. Puede ayudar al doctor a distinguir entre una condición inflamatoria de una que no lo es.
  • Puede determinar si la inflamación está aumentando o disminuyendo. Si no hay inflamación, la tasa de sedimentación es comúnmente menor a 20 mm por hora. Los valores normales (por el método Westergren) para adultos son los siguientes:
    • Hombres menores de 50 años: menos de 15 mm/h.
    • Hombres mayores de 50 años: menos de 20 mm/h.
    • Mujeres menores de 50 años: menos de 20 mm/h.
    • Mujeres mayores de 50 años: menos de 30 mm/h.
Proteína C-reactiva (PCR)
  • Esta prueba también mide la cantidad de inflamación presente.
  • Los niveles de PCR responden más rápidamente a los cambios en la actividad inflamatoria que la velocidad de eritrosedimentación.
  • La PCR probablemente sea una medición precoz de la inflamación más sensible que la velocidad de eritrosedimentación.
  • Mientras que sólo se necesita una hora y muy poco equipo para realizar el análisis de la velocidad de eritrosedimentación, la determinación de la proteína C reactiva lleva un día y exige más equipo.
Factor Reumatoide (FR)
  • El factor reumatoide (FR) es una prueba serológica inmunológica. Esta prueba a menudo (70 al 80%) es positiva en personas con artritis reumatoide, AR. Un resultado de más de 40 UI PUDIERA considerarse anormal, los resultados pueden llegar hasta las 2000 UI o más, o pueden expresarse con un número menor indicando la dilución de la sangre a la cual se midió el FR (titulación).
  • Los análisis pueden ser negativos durante los primeros meses, haciendo la prueba menos útil para el diagnóstico temprano. Estos factores también existen en pacientes que no presentan ninguna enfermedad y en pacientes con otras enfermedades, pero con menor frecuencia que en los que padecen AR.
  • El FR a veces puede indicar la actividad de la enfermedad, cuando el número es alto, la enfermedad es más activa y cuando es bajo lo es menos, aunque el FR no es específico de la artritis reumatoide y puede elevarse debido a una infección, gripe, etc.
  • El FR en algunos casos puede resultar negativo aunque la persona tenga AR, a esto se le llama AR seronegativa.
  • La AR nunca se diagnostica basándose únicamente en este análisis. Un resultado positivo en conjunción con un examen físico (y tantos otros análisis como sean necesarios), que apuntan hacia la AR puede ayudar a hacer el diagnóstico.
Anticuerpos Antinucleares (AAN)
  • Los anticuerpos antinucleares (AAN) se pueden encontrar en individuos normales, particularmente al envejecer. Sin embargo, casi siempre se presentan en personas con lupus eritematoso (lupus) y frecuentemente en pacientes con artritis reumatoide u otras enfermedades reumáticas de los tejidos conectivos.
  • Si el resultado AAN es negativo, el diagnóstico de lupus es improbable. PRECAUCIÓN: estas pruebas a veces se sobre interpretan y causan consternación innecesaria. Un resultado positivo puede deberse a fármacos o a la edad, también puede sugerir una enfermedad autoinmune, pero se requieren más pruebas específicas para ayudar a hacer un diagnóstico definitivo.
  • Cerca del 95% de las personas con lupus tienen un resultado de AAN positivo. Si un paciente presenta síntomas de lupus, como artritis, salpullido, trombocitopenia autoinmune (bajas cantidades de plaquetas en la sangre), quizá tenga lupus.
  • De ser necesario, dos exámenes más, el de anti-ADN y anti-Sm, pueden ayudar a determinar si la condición es lupus. Si se detectan anticuerpos anti-ADN, contribuye al diagnóstico de lupus. Cantidades altas del anticuerpo anti-Sm son más específicas de lupus.
  • Un resultado de AAN positivo también significa que el paciente tiene lupus inducido por medicamentos. Este trastorno se asocia al desarrollo de autoanticuerpos contra histonas. La prueba anti-histonas puede ayudar a hacer el diagnóstico de lupus inducido por medicamentos.
  • Otras condiciones que pueden dar un resultado de AAN positivo son: síndrome de Sjogren, escleroderma, fenómeno de Raynaud, artritis crónica juvenil o síndrome de anticuerpos antifosfolípidos.
Anticuerpos anti-péptido cíclico citrulinado (anti-CCP)
  • Esta prueba que sirve para confirmar el diagnóstico de artritis reumatoide. El anticuerpo anti-péptido cíclico citrulinado (Anti-CCP) frecuentemete se analiza en combinación con el factor reumatoide mediante una muestra de sangre.
  • Analizar ambos puede ayudar a establecer y confirmar el diagnóstico correcto ya que la combinación de estas pruebas tiene casi un 100% de valor predictivo positivo de que el paciente tiene AR. Además, el anti-CCP también puede ayudar a indicar cómo le afectará la enfermedad o predecir la necesidad de una terapia más agresiva.
  • Los resultados negativos no descartan la artritis, pero puede ser que tenga otro tipo de enfermedad reumática similar a la AR.
Antígeno leucocitario humano B27
  • El médico puede ordenar análisis de sangre para indagar la presencia del gene HLA-B27 si sospecha que puede tener espondilitis anquilosante (EA) u otra espondiloatropatía (forma de artritis que afecta principalmente a la espalda baja)
  • En este análisis se busca una variante del gene B27. Normalmente este gene sirve para que su sistema inmunológico funcione adecuadamente.
  • Del 95 al 98% de los pacientes con (EA) dan positiva esta prueba, así como un 50% de las personas con otras espondiloartropatías. Sin embargo, el resultado del HLA-27 puede ser positivo y no desarrollar estas enfermedades.
Creatincinasa (CK)
  • Esta prueba analiza la inflamación en los músculos, pudiendo ayudar a diagnosticar formas de artritis que afectan músculos o piel.
  • Cantidades elevadas de la enzyma creatincinasa (CK) pudieran indicar polimiositis o dermatomiositis.
  • Esta prueba también puede ayudar a verificar si las medicinas para reducir la inflamación están funcionando o afectándole negativamente. 
Ácido úrico
  • Su doctor puede ordenar esta prueba tanto para diagnosticarle gota como durante el tratamiento para ver si su ácido úrico está bajando a un rango normal.
  • La prueba sirve para conocer el nivel de ácido úrico en sangre. El exceso de ácido úrico y su acumulación en ciertas articulaciones puede causar gota.

Otros Recursos
  • Folletos e información sobre formas específicas de artritis para que los demás puedan comprender la enfermedad: visite nuestra sección de Productos en Español


SIGNOS VITALES

SIGNOS VITALES

Los signos vitales comprenden el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la temperatura y la presión arterial. Estos signos se pueden observar, medir y vigilar para evaluar el nivel de funcionamiento físico de un individuo.
Los signos vitales normales cambian con la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la enfermedad.
Los rangos normales de los signos vitales para un adulto sano promedio mientras está en reposo son:
  • Presión arterial: 90/60 mm/Hg hasta 120/80 mm/Hg.
  • Respiración: 12 a 18 respiraciones por minuto.
  • Pulso: 60 a 100 latidos por minuto.
  • Temperatura: 36.5-37.2° C (97.8-99.1° F)/promedio de 37º C (98.6° F).

Técnica de revisión de pulso normal
Arriba: Arteria radial
Abajo: Arteria humeral

TÉCNICAS DE PRIMEROS AUXLIOS

TÉCNICAS DE PRIMEROS AUXILIOS

Cuando se produce un accidente es imprescindible una rápida actuación para salvar la vida de la persona o evitar el empeoramiento de las posibles lesiones que sufra.
Reconocimientos de signos vitales:
  • Consciencia.
Se comprobará si el accidentado está consciente preguntándole que le ha pasado. Si no existe ningún tipo de reacción inmediata se comprobará la respiración
  • Respiración
Si respira se le colocaran en una posición de seguridad para evitar posibles vómitos. Si no respira, se le colocará en decúbito supino, se le abrirán las vías aéreas, y en caso de que continúe sin respirar, es necesario practicar la reanimación cardiopulmonar.
El boca-boca se realiza:
- Apretar la frente y extender bien el cuello
- Extraer posibles cuerpos extraños de la boca
- Girar la mano de la frente y pinzar la nariz
- Colocar nuestros labios alrededor de la boca del paciente sellando totalmente su boca con la nuestra. 2 insuflaciones cada 5 segundos.
  • Pulso
Se deberá comprobar el funcionamiento cardiaco a través del pulso caroteídeo. Si existe pulso continuaremos efectuando la respiración artificial. Si no existe se deberá iniciar inmediatamente el masaje cardiaco externo.
  • Masaje cardiaco externo
  • Colocar al paciente sobre una superficie dura
  • Localizar el tercio inferior del esternón y colocar el talón de nuestra mano sobre él.
  • Con nuestros dedos estirados y los brazos perpendiculares, ejercemos comprensión directa sobre el tórax
TRATAMIENTO DE HEMORRAGIAS
  • Hemorragias exteriorizadas
Son aquellas que salen al exterior a través de un orificio natural del cuerpo.
  • Hemorragias de oído
  • Hemorragias de nariz
  • Hemorragias externas
Son aquellas en las que la sangre sale al exterior a través de una herida. Para detener una hemorragia se utilizarán siempre tres métodos:
  • Comprensión directa
  • Comprensión arterial
  • Torniquete
QUEMADURAS
Son lesiones que se producen por la acción del calor sobre los tejidos del cuerpo humano. Existen tres tipos de quemaduras:
  • Primer grado
  • Segundo grado
  • Tercer grado
En caso de quemaduras hay que actuar de la siguiente manera
  • Eliminar la causa que origina el calor
  • Reconocer los signos vitales
  • Detectar otras lesiones como hemorragias, shock, fracturas…etc.
  • Refrescar la zona quemada aplicando agua abundantemente durante 20-30 minutos sobre la zona quemada
  • Envolver la lesión con gasas limpias
  • Evacuar a un centro
  • Vigilar de forma periódica los signos vitales
FRACTURAS ÓSEAS
Pueden ser de dos tipos, abiertas o cerradas. Los síntomas son:
  • Imposibilidad de mover el miembro afectado
  • Deformación del miembro
  • Sensación de dolor
  • En las fracturas abiertas existen hemorragias y fragmentos de huesos rotos.
Actuación en caso de fractura:
  • Evitar mover al herido
  • Reconocimiento de los signos vitales
  • En caso de fractura abierta, se cerrará la herida
  • Tranquilizar al accidentado
  • Quitar todo aquello que pueda molestar cuando se produzca la inflamación
  • Inmovilizar con material rígido
  • Tapar al paciente para que no se enfríe
  • Evacuación

LUXACIONES Y ESGUINCES
Una luxación es la salida de su sitio de uno de los extremos del hueso que forma una articulación. Los síntomas comunes a ambas lesiones son el dolor, la hinchazón y el amoratamiento; en el esguince se conserva la movilidad, aunque es dolorosa.
HERIDAS
Herida es toda ruptura de la continuidad de la piel. Sus síntomas son: dolor, enrojecimiento, calor, hemorragia y posible formación de pus en la zona en la que ocurre. Para tratarla y evitar infecciones hay que seguir los siguientes pasos:
  • Lavarse las manos con agua y jabón
  • Limpiar la herida con una gasa esterilizada
  • Aplicar antisépticos, colocando una gasa limpia sujeta con el esparadrapo
DERRAME DE PRODUCTOS QUÍMICOS SOBRE LA PIEL
  • Lavar la piel un mínimo de 15 minutos con agua abundantemente
  • Si afecta a una parte importante de piel usar ducha de seguridad
  • Quitar la ropa impregnada
TRANSPORTE DE HERIDOS
La norma general es que no se debe mover a los accidentes, se puede proceder a movilizar el accidentado de acuerdo con las siguientes normas:
  • Varios socorristas:
  • Si existe lesión de espalda, se colocarán tres personas con el accidentado tenido entres sus piernas
  • Si no tiene lesión de espalda podrán llevarle a la sillita de la reina.
  • Un solo socorrista
Lo llevará a hombros con una mano pasada por la espalda, si la distancia es corta y el socorrista está solo, podrá arrastrarlo por el suelo.

INYECCIÓN INTRAVENOSA

INYECCIÓN INTRAVENOSA
Este procedimiento esta reservado para profesionales de la salud, y aunque aquí (o en cualquier otra pagina) obtengas el procedimiento, debes tener presente esto que te comento.
En general lo que se hace es que se elige una vena periférica (del bazo por ejemplo) se aplica una ligadura por encima del punto en el que piensas hacer la punción y después realizas una limpieza con antiséptico.
Cuando la vena sea mas evidente, introduces la aguja de la jeringa a 20º unos 3 o 4 milímetros, aspiras con la jeringa para ve si ya hay sangre y si la hay puedes administrar e medicamento a la velocidad que corresponda a ese fármaco.
Aquí les dejo un video con la explicación práctica del procedimiento:

GASOMETRÍA

GASOMETRÍA

La gasometría arterial es una técnica de monitorización respiratoria invasiva que permite, en una muestra de sangre arterial, determinar el pH y las presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono.
La valoración objetiva de la función respiratoria de pacientes constituye una práctica habitual en el procedimiento diagnóstico de urgencia. Ello, junto con los datos que aporta acerca del equilibrio ácido-básico, hace de esta técnica una de las exploraciones complementarias más frecuentemente solicitadas, que además es barata y de fácil interpretación.
Los parámetros que se miden en una gasometría arterial son los siguientes: presión arterial parcial de dióxido de carbono (PaCO2), presión arterial parcial de oxígeno (PaO2) y pH. También se pueden obtener unos valores derivados que son importantes para la clínica: concentración de bicarbonato real y estándar (HCO3-), diferencia alveoloarterial de oxígeno y la presión parcial de oxígeno necesaria para que la hemoglobina en sangre esté saturada al 50% (P50). El estudio de estos parámetros será desarrollado en el apartado de interpretación.

REQUISITOS PREVIOS
Para hacer la gasometría arterial de forma correcta y obtener unos valores fiables, se han de tomar una serie de precauciones:
  • El paciente ha de estar en reposo como mínimo unos 10 minutos, sentado o tumbado. De lo contrario, obtendremos unos valores erróneos en la PO2 arterial como consecuencia de la mayor demanda de oxígeno que tiene lugar en los tejidos tras realizar un esfuerzo.
  • El paciente ha de estar dentro de unas condiciones basales que no influyan en los resultados de la gasometría. Para ello, no ha de tomar ciertos medicamentos ni haber fumado el mismo día de la prueba.
  • Se ha de conocer la fracción de oxígeno del aire inspirado (FiO2). Generalmente inspiramos aire con un 21% de oxígeno aproximadamente, pero algunos pacientes pueden estar siendo tratados con oxígeno hiperbárico (100% de oxígeno) o con cualquier otra fracción, lo que provocará cambios en la interpretación de los resultados.
  • Se ha de hacer la gasometría a una temperatura conocida y ambiental, puesto que cambios en la misma pueden alterar el grado de solubilidad del oxígeno en sangre y podemos medir un valor ficticio.
TÉCNICA DE PUNCIÓN
La muestra de sangre que se obtiene del paciente para realizar este tipo de gasometría debe ser tomada directamente de una arteria. La punción se realiza en arterias fácilmente accesibles y que tengan ramas colaterales para que, si se daña la arteria al pincharla, se mantenga la vascularización de la zona. Normalmente se realiza en la arteria radial. En su defecto puede utilizarse la braquial, pedia, tibial posterior, temporal superficial (en niños) o femoral por orden de preferencia.
Los recursos materiales necesarios para realizar la punción son:
  • Antiséptico
  • Gasas estériles y esparadrapo
  • Contenedor de objetos punzante
  • Aguja y jeringa especial para gasometría (las convencionales no sirven porque los gases atraviesan el plástico)
Se debe tomar una serie de precauciones antes de iniciar la intervención:
  • En pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante, se debe mantener la presión sobre la punción durante al menos 10 minutos
  • Evitar zonas con múltiples punciones y hematomas
  • Si se opta por puncionar la arteria radial se debe realizar primero la prueba o test de Allen para comprobar el riego adecuado de la mano.
El test de Allen es un proceso que dura pocos minutos y que sirve para comprobar si existe algún problema trombótico en la mano. Consta de los siguientes pasos:
  1. Se le pide al paciente que cierre el puño.
  2. Se comprimen simultáneamente las arterias radial y cubital durante unos segundos. La palma de la mano debe tener un color pálido, al no tener flujo arterial.
  3. Se deja de comprimir la arteria cubital y el color deberá volver a la mano del paciente en 15 segundos aproximadamente. Si el color de la mano no se restablece en ese tiempo, se debe elegir otro lugar para realizar la punción.
  4. Estos pasos se repiten liberando la arteria radial.
Después de haber tomado las precauciones que previamente se han expuesto, se procede a realizar la extracción de la muestra de sangre arterial:
  1. Se prepara el material y se coloca al paciente en decúbito supino con la extremidad extendida.
  2. Se limpia la zona con un antiséptico y se coloca la mano en posición neutra o en ligera extensión.
  3. Se localiza la arteria elegida, realizar una ligera presión con el dedo índice sobre ella que sea suficiente para percibir el latido con claridad
  4. Se punciona la arteria con la aguja (unida ya a la jeringuilla) en dirección cefálica y con una inclinación de 30-45º en relación a la superficie de la piel. Cuando la aguja punciona la arteria se produce la aparición de sangre de forma pulsátil sin necesidad de realizar aspiración.
  5. Se extrae un mínimo de 3 ml.
  6. Se retira la aguja y se comprime la zona de punción durante 5 minutos. Se realiza con el objetivo de detener la hemorragia, la compresión no debe producir la falta de riego.

jueves, 15 de noviembre de 2012

TIPIFICACIÓN SANGUÍNEA

TIPIFICACIÓN SANGUÍNEA
La tipificación sanguínea, junto con los exámenes de sangre son exámenes fundamentales en el área de Emergencias de cualquier organismo de salud puesto que ayudará a diagnosticar de forma rápida el estado del paciente.

Antes de administrar una transfusión sanguínea, es necesario determinar el grupo sanguíneo de la persona receptora y el grupo sanguíneo de la persona donante. Es lo que se llama tipificación de la sangre. 
  1. Sistema AB0

    En este caso, para tipificar la sangre es necesario utilizar un suero comercial que contenga aglutininas anti-A y otro que contenga aglutininas anti-B. Se pone una gota de la sangre que se quiere tipificar en cada uno de los dos portaobjetos. En uno, se añade una gota de suero anti-A y, en el otro, una gota de suero anti-B.

    Si no se produce ninguna aglutinación de los hematíes, la sangre es del grupo 0. Se le llama donante universal. Si se aglutinan los hematíes de la sangre de los dos portaobjetos, la sangre examinada es del grupo AB. Se le llama receptor universal.

    Si sólo se aglutinan los hematíes de la sangre del portaobjetos tratado con suero anti-A, la sangre es del grupo A. El grupo A sólo puede recibir sangre de los grupos A y 0. Si sólo se aglutinan los hematíes de la sangre del portaobjetos tratado con suero anti-B, la sangre es del grupo B. El grupo B sólo puede recibir sangre de los grupos B y 0.
     
  2. Sistema Rh

    Para tipificar la sangre según el sistema Rh se realiza una prueba similar a la del grupo AB0 utilizando diferentes sueros comerciales anti-Rh. Una persona Rh- puede tener un gran problema si se le hacen nuevas transfusiones de sangre Rh+, debido a la reacción tardía. En cambio, una persona Rh+ podrá recibir sangre tanto de su grupo como del grupo Rh-.


GRUPOS SANGUÍNEOS
En la superficie de la membrana celular de los hematíes de una persona se han encontrado al menos treinta antígenos que pueden causar reacciones antígeno-anticuerpo, aunque se sabe que existen más de trescientos antígenos con menor potencia. Entre los treinta antígenos más comunes, algunos tienen una gran potencia antigénica y pueden causar reacciones por transfusión si no se toman las precauciones adecuadas.  (inmunidad)

Según los antígenos existentes en las membranas de sus eritrocitos, la sangre se divide en diversos grupos y tipos. Hay, sobre todo, dos grupos de antígenos en la membrana de los glóbulos rojos que tienen mayor tendencia a causar reacciones por transfusión:
  1. Sistema AB0
  2. Sistema Rh