jueves, 30 de mayo de 2013

¿LOS TELÉFONOS CELULARES CAUSAN CÁNCER?

¿LOS TELÉFONOS CELULARES CAUSAN CÁNCER?


En 1993, el conductor Larry King tuvo a un invitado inesperado en su programa—David Reynard, quien argumento que la radiación de los teléfonos celulares causó o aceleró el crecimiento de un tumor cerebral en su esposa. Susan Reynard murió en 1992, justo después de cumpleaños 37.

El Tribunal del Circuito de Florida que escuchó el caso de Reynard rechazó el argumento debido a que se sabía muy poco acerca del vínculo entre los teléfonos celulares y el cáncer.

Lo que se necesitaba, dijo el tribunal, era un conocimiento más amplio y profundo sobre el tema. El artículo del New York Times en la liga de la parte de abajo examina la siguiente pregunta: Diecinueve años después, si Reynard reapareciera en el tribunal, ¿Ahora qué se sabe del posible vinculo entre teléfono celular y cáncer?

De acuerdo con el New York Times:

"Es posible, por supuesto, que... incluso experimentos sofisticados no puedan determinar el riesgo. El tiempo de retardo del desarrollo de cáncer con el uso de teléfonos celulares puede ser de 50 a 70 años--- los teléfonos celulares ha estado alrededor por solo tres décadas más o menos."
Fuentes:
New York Times April 13, 2011
Karl Maret, MD on Biological Effects of Cell Phones and Wireless Technologies
Comentarios del Dr. Mercola





Nadie quiere escuchar que un articulo sumamente "indispensable" en el que confía diariamente podría causar problemas serios para su salud, pero eso es exactamente a lo que nos enfrentamos a los teléfonos celulares y a la posibilidad de que causen todo tipo de problemas de salud, desde dolores de cabeza, y debilidad de huesos hasta tumores cerebrales.

Una de las razones por las cuales inicie este boletín fue para disminuir el tiempo que le toma a una información importante de salud pública ser aceptada por los medios de comunicación convencionales. Mi intención es proporcionarle ventaja con esta información, a menudo años o décadas antes de que se dé a conocer, para que pueda prevenir daños serios a su salud que de lo contrario podrían producir comportamientos que inicialmente no sabría que son dañinos hasta que es demasiado tarde.

Yo no tengo duda de que muy pronto veremos una explosión de tumores cerebrales, atribuidos al uso excesivo de teléfonos celulares.

Pero ¿Por qué esperar hasta que sea evidente e innegable? Para entonces usted o sus hijos podría ser parte del daño colateral de este experimento en curso...

Y a pesar de que el caso de Raynard, publicado en el artículo de New York Times, podría ser fácilmente descartado como el caso de un hombre triste y en luto buscando información y respuestas sobre lo QUE ocasionó el tumor letal en su esposa, creo que en su momento la ciencia verá los mecanismos precisos del daño.

De hecho, ellos ya identificaron por lo menos un mecanismo, que explica la manera en que los campos electromagnéticos impactan sus células y dañan su ADN — un hecho que Siddhartha Mukherjee, una asistente de profesor de medicina de la Universidad de Columbia no mencionó en su artículo.
La Dificultad de Calcular los Factores de Riesgo de Cancer

Mukherjee tiene razón en su evaluación cuando dice que determinar el potencial carcinógeno de la radiación proveniente de los teléfonos celulares es extremadamente difícil y problemático por varias razones, pero primordialmente porque es casi imposible encontrar un grupo de control que no utilice teléfonos celulares.

Así como fue el caso de fumar y el cáncer de pulmón, la relación estadística entre el agente carcinógeno, que era penetrante, y la enfermedad, que era frecuenta al parecer "desapareció".

Pero, tal y como nos lo ha mostrado la historia, eso no quería decir que la relación entre fumar y el cáncer de pulmón no era real...

Así que, cuando se trata de exposición a la radiación de los teléfonos celulares y el cáncer, mientras que muchos afirman que es difícil de esclarecer la causa de la coincidencia, muchos expertos calificados ahora están en desacuerdo con esto, manifestando que hay "evidencia irrefutable" de que los campos electromagnéticos y la radiación de microondas de los teléfonos celulares si causan cambios biológicos, y que estas alteraciones pueden causar cáncer y otros problemas de salud.

Además, hay que recordar que el cáncer no se presenta sino hasta que usted haya estado expuesto repetitivamente durante varias décadas.

Por ejemplo, una revisión de 11 estudios epidemiológicos a largo plazo publicados en la revista de Surgical Neurologyhace dos años revelaron que el usar teléfonos celulares por 10 años o más aproximadamente duplica el riesgo de ser diagnosticado con un tumor cerebral en el mismo lado de la cabeza de donde se coloca típicamente el teléfono celular al momento de hablar.

El profesor Mild, investigador líder del estudio en particular, advirtió que el peligro podría ser aun mayor que de lo que se encontró debido a que el cáncer necesita un mínimo de 10 años para desarrollarse.

Esto coloca como principal preocupación a nuestros hijos, ya que ahora están siendo expuestos a los teléfonos celulares regularmente desde su nacimiento.

En esencia, nuestros hijos son los conejillos de indias involuntarios mientras que los investigadores se ponen de acuerdo para llegar a un consenso sobre los peligros. Eso quiere decir que es su labor decidir por cual lado quiere irse - por el lado de la preocupación o por el lado de la confianza en una industria que podría perder todo si admitiera que sus productos son un peligro para la salud humana...

Desde mi perspectiva, la creciente evidencia indica claramente que DEBEMOS invocar el principio de la precaución sobre el uso de teléfonos celulares, al igual que otras tecnologías inalámbricas.
La Mala Investigación Sobre la Seguridad de los Teléfonos Celulares

Tal como el New York Times señala con precisión, ensayos como el estudio de Interphone Internacional han intentado "aclarar las mentes dudosas", pero en lugar de contestar todas las preguntas, ellos han hecho que las preguntas y las dudas sean incluso más cuestionables sobre la seguridad de los teléfonos celulares.

Por esta razón, usted no puede simplemente creer la palabra de la CTIA (grupo de la industria inalámbrica) cuando manifiesta que "ninguna investigación ha mostrado que los teléfonos celulares sean peligrosos para la salud". Ellos mal interpretan y confunden ciertos estudios mientras que ignoran una gran parte de la investigación publicada que muestra el efecto dañino.

Escribí sobre los serios engaños del estudio de Interphone cuando fue lanzado por primera vez. El International EMF Collaborative descubrió que el estudio seriamente subestima el riesgo de cáncer cerebral causado por el uso de teléfonos celulares. Por ejemplo, algunos de los defectos de diseño claves de este estudio incluyen:
Los resultados se proporcionan solo para el cáncer cerebral (gliomas) y los meningiomas, pero no tumores dentro de un 20 por ciento del volumen cerebral irradiado por los teléfonos celulares
Los resultados de 5 años son lamentablemente inadecuados como un indicador de riesgo de hoy en día, ya que los niños y adultos ahora hablan por teléfonos celulares durante muchas horas del día, comparado con las 2.1/2 horas al mes de uso en el momento en que fue hecho el estudio
Excluyeron a las personas que habían muerto, o están muy enfermas para ser entrevistadas como consecuencia de un tumor cerebral.
Excluyeron a los niños y jóvenes que son vulnerable a los efectos de la radiación y que ahora utilizan los teléfonos celulares

viernes, 24 de mayo de 2013

EFECTOS DEL CAFÉ EN LA SALUD

EFECTOS DEL CAFÉ EN LA SALUD


La cafeína (1,3,7-metilxantina) es un alcaloide de estructura purínica que se encuentra naturalmente en los granos del café. El 75% del consumo de cafeína mundial es aportado por el café, un 15% por el consumo de té y un 10% por las bebidas energéticas adicionadas de cafeína (4). Independiente del proceso de preparación del café para su consumo (hervido o filtrado), en promedio una taza de café (150cc) aporta entre 90 y 200 mg de cafeína, dependiendo eso sí del origen del café, de la modalidad de preparación, e incluso del lugar (local) donde se prepara (5). Curiosamente, un estudio demostró que el café expendido por un mismo local en seis días seguidos varió en su contenido de cafeína de 132 mg a 282 mg (3).

La cafeína se absorbe casi totalmente en el estómago y en el intestino delgado, distribuyéndose en casi todos los tejidos, incluido el cerebro ya que el alcaloide es muy permeable a la selectiva barrera hémato-encefálica. La metabolización de la cafeína ocurre primariamente en el hígado (95%), tejido en el que una isoforma del citocromo P-450 (CYP1A2) demetila la cafeína a 1,7-dimetilxantina (paraxantina), la que posteriormente es nuevamente demetilada y transformada por oxidación en ácido 1-metilúrico, el cual puede ser eliminado a través de la orina (6). Existen otras vías alternativas de metabolización de menor importancia (3). La velocidad de metabolización de la cafeína es un determinante importante en el análisis de sus efectos metabólicos. Es así como individuos homocigotos para la expresión del CYP1A2, identificado como subclase * 1A, son metabo-lizadores rápidos de la cafeína y corresponden al 45% de la población caucásica. En cambio, aquellos que poseen la subclase *1B se identifican como metabolizadores lentos de la cafeína y corresponden aproximadamente al 55% de la población caucásica (7).

Metabólicamente, la cafeína es un antagonista competitivo de los receptores de adenosina Al y del subtipo A2a (8). Los receptores de adenosina se asocian a las proteínas G y se encuentran en alta concentración en diferentes áreas del cerebro, incluyendo el hipocampo y el núcleo talámico (9). La adenosina es un neuromodulador que produce efectos inhibitorios, tanto en el sistema nervioso central como periférico, por lo cual el antagonismo que ejerce la cafeína sobre este modulador produce, generalmente, efectos estimulantes (10). Adicionalmente, se ha identificado que la cafeína inhibe receptores de GABA, cual es el principal neurotransmisor inhibitorio cerebral (11). La figura 1 muestra la estructura de la cafeína y de la adenosina.




LA CAFEÍNA Y SUS EFECTOS EN LA SALUD

Se han realizado numerosos estudios epidemiológicos en diferentes países destinados a caracterizar los efectos bioquímicos y fisiológicos de la cafeína y así poder diferenciarlos de otras variables potencialmente confundentes, como son el tabaquismo y el consumo de alcohol. Generalmente, el consumo de café se estima a partir de encuestas de consumo de alimentos, pero el tamaño de la "tacita" o "taza" de café puede ser muy variable, desde 50 ce hasta 250 ce, lo cual complica la comparación entre los diferentes estudios. Sin embargo, una revisión crítica permite obtener conclusiones estadísticamente válidas a partir de varios estudios sobre el posible efecto del café, y de la cafeína, en las enfermedades cardiovasculares y durante el período gestacional y post natal. Algunos estudios están referidos específicamente al efecto de la cafeína, en tanto que otros relacionan el consumo de café, lo cual implica no sólo la presencia de cafeína, sino de numerosos otros compuestos que contiene el café, algunos de ellos ya mencionados, que también tienen efectos en la salud, principalmente antioxidantes.

LA CAFEÍNA Y LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

Son numerosos los estudios epidemiológicos que han examinado la relación entre el consumo de café (o cafeína) y el mayor o menor riesgo de enfermedad cardiovascular. El análisis de los resultados puede resultar confundente, ya que en algunos estudios la conclusión es que el consumo de café constituye un riesgo para la salud cardiovascular (12), en tanto que otros concluyen que, no tiene efectos (13), incluso que es beneficioso (14). A continuación se resumen los principales resultados sobre el efecto del café y/o de la cafeína en la enfermedad cardiovascular y en los factores de riesgo que determinan esta compleja patología.

Enfermedad coronaria e infarto al miocardio (IM).

En general, casi todos los estudios epidemiológicos, prospectivos y de meta-análisis, concluyen que un consumo alto de café puede constituir un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (3-12-13-15). Sin embargo, un análisis en detalle de estos estudios, lleva a concluir que el riesgo, particularmente de IM, presenta una curva tipo J (16), característica en muchos estudios epidemiológicos. Esto es, el no consumo de café se asocia con un riesgo menor a moderado de IM, el consumo de cantidades moderadas de café origina un bajo riesgo de IM y cantidades crecientes de consumo implican riesgos mayores de IM. La figura 2 gráfica las diferencias en el riesgo de IM o de mortalidad por enfermedad coronaria y el consumo de café. De esta figura se puede apreciar que el consumo de 300 mL/día o menos de café, representa un factor de protección al IM, incluso superior al no consumo de café. Sobre 600 mL/día el riesgo comienza a incrementarse. Es probable que la protección observada en el rango de consumo hasta 300 mL/día sea, además, una consecuencia del efecto protector de los polifenoles antioxidantes que contiene el café (cafestol, kahweol, ácido clorogénico, ácido ferúlico, ácido cumárico, entre otros), más que a un efecto específico de la cafeína (14). El ascenso de la curva representaría el efecto negativo de la cafeína, el que en este rango sería superior al efecto protector de los antioxidantes contenidos en el café (14). El efecto del café y de la cafeína en pacientes con enfermedad cardiovascular ya establecida ha sido poco estudiado. Un solo estudio caso-control concluye que el consumo de 10 o más tazas de café produce un aumento significativo de IM en pacientes con la patología ya establecida (17). Sin embargo, un estudio multicéntrico en pacientes sobrevivientes de un IM no encontró asociación entre el consumo de café y la supervivencia hasta cuatro años después del IM, aún en aquellos con alto consumo de café (18).




Cafeína e hipertensión

La hipertensión es uno de los mayores riesgos de enfermedad cardiovascular, por lo cual aún pequeñas reducciones en la presión vascular pueden tener un gran impacto en la salud pública (19). La cafeína puede aumentarlos niveles plasmáticos de hormonas relacionadas al estrés, como la adrenalina, noradrenalina y el cortisol, por lo cual podría esperarse un efecto hipertensivo derivado del consumo de café, ya que la secreción de estas hormonas es estimulada por la cafeína (20). Sin embargo, del Estudio de la Enfermeras en sus etapas I y II no se deduce una relación entre el consumo de cafeína y la hipertensión (21). Por otro lado, las bebidas energizantes que contienen cafeína, sí producen hipertensión (22). En base a esta información, los investigadores concluyen que los antioxidantes contenidos en el café y que no contienen las bebidas energizantes, contrarrestan el posible efecto hipertensor observado pata la cafeína (23).

Arritmias cardíacas y el consumo de café

Las arritmias cardíacas, ventriculares y atrioventriculares, se producen por daño estructural del músculo cardíaco debido a aterosclerosis, hipertensión, enfermedades valvulares, y cardiomiopatías, entre otras causas, y son complicaciones frecuentes derivadas de un IM. En un extenso estudio realizado en Dinamarca, país que se caracteriza por su alto consumo de café y derivado del Estudio de Dieta, Cáncer y Salud Danés, que incluyó 48000 sujetos, se concluye que el consumo de hasta diez tazas de café al día, equivalente 997 mg de cafeína, no tiene mayor incidencia en el riesgo de arritmias cardíacas (24).

viernes, 17 de mayo de 2013

ALBINISMO

ALBINISMO


Es un defecto en la producción de melanina que ocasiona poco o ningún color (pigmento) en la piel, el cabello y los ojos.
Causas

El albinismo se presenta cuando uno de varios defectos genéticos hace que el cuerpo sea incapaz de producir o distribuir melanina, una sustancia natural que le da color al cabello, la piel y el iris del ojo.

Los defectos se pueden transmitir de padres a hijos.

Existen dos tipos principales de albinismo:
El albinismo de tipo 1 es causado por defectos que afectan la producción del pigmento melanina.
El albinismo de tipo 2 se debe a un defecto en el gen "P". Las personas con este tipo de albinismo tienen una pigmentación clara al nacer.

La forma más grave de albinismo se denomina albinismo oculocutáneo y las personas afectadas tienen cabello, piel y color del iris blanco o rosado, al igual que problemas en la visión.

Otro tipo de albinismo, llamado albinismo ocular tipo 1 (OA1), afecta únicamente los ojos. El color de la piel y de los ojos de la persona generalmente están en el rango normal. Sin embargo, el examen ocular muestra que no hay pigmento en la parte posterior del ojo (retina).

El síndrome de Hermansky-Pudlak (SHP) es una forma de albinismo causada por un solo gen y puede ocurrir con un trastorno hemorrágico, al igual que con patologías pulmonares e intestinales.

Otras enfermedades complejas pueden llevar a una pérdida de la pigmentación únicamente en cierta área (albinismo localizado) y pueden ser:
Síndrome de Chediak-Higashi (falta de pigmentación en toda la piel, pero no es una despigmentación completa)
Esclerosis tuberosa (áreas pequeñas sin pigmentación en la piel)
Síndrome de Waardenberg (usualmente un mechón de cabello que crece en la frente o ausencia de color en uno o ambos iris)
Síntomas

Una persona con albinismo tendrá uno de los siguientes síntomas:
Ausencia de color en el cabello, la piel o el iris del ojo
Piel y cabello más claros de lo normal
Ausencia de color en la piel por parches

Muchas formas de albinismo están asociadas con los siguientes síntomas:
Ojos bizcos (estrabismo)
Sensibilidad a la luz (fotofobia)
Movimientos oculares rápidos (nistagmo)
Problemas de visión o ceguera funcional
Pruebas y exámenes

Las pruebas genéticas ofrecen la forma más precisa de diagnosticar el albinismo. Dichas pruebas son útiles si usted tiene antecedentes familiares de albinismo y también para ciertos grupos de personas que se sabe padecen esta enfermedad.

El médico también puede diagnosticar la afección con base en la apariencia de la piel, el cabello y los ojos. Asimismo, un oftalmólogo debe llevar a cabo una electrorretinografía, la cual puede revelar problemas visuales relacionados con el albinismo. Un examen de potenciales provocados visuales puede ser muy útil cuando el diagnóstico es incierto.
Tratamiento

El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y depende de la gravedad del trastorno.

El tratamiento implica proteger la piel y los ojos del sol:
Reducir el riesgo de sufrir quemaduras solares, evitando el sol, usando protectores solares y cubriéndose completamente con ropa al exponerse al sol.
Los protectores solares deben tener un alto factor de protección solar (FPS).
Las gafas de sol (protegidas contra radiación UV) pueden aliviar la sensibilidad a la luz.

Las gafas a menudo se recetan para corregir los problemas de visión y de posición de los ojos. Algunas veces, se recomienda la cirugía de los músculos oculares para corregir movimientos oculares anormales (nistagmo).
Grupos de apoyo

National Organization for Albinism and Hypopigmentation: www.albinism.org

International Albinism Center: http://albinismdb.med.umn.edu

Hermansky-Pudlak Syndrome Network: www.hpsnetwork.org
Pronóstico

El albinismo generalmente no afecta la expectativa de vida de una persona; sin embargo, el síndrome de Hermansky-Pudlak la puede acortar debido a enfermedad pulmonar o problemas de sangrado.

Las personas con albinismo pueden estar limitadas en sus actividades debido a que no pueden tolerar el sol.
Posibles complicaciones
Disminución de la visión, ceguera
Cáncer de piel
Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si tiene albinismo o síntomas como sensibilidad a la luz que causan molestia o también si observa cualquier cambio cutáneo que pudiera ser un signo temprano de cáncer de la piel.
Prevención

Dado que el albinismo es hereditario, es importante una asesoría genética. Las personas con antecedentes familiares de albinismo o hipopigmentación deben considerar la posibilidad de una asesoría genética.
Nombres alternativos

Albinismo oculocutáneo; Albinismo ocular; Síndrome de Hermansky-Pudlak

viernes, 10 de mayo de 2013

EL ESPECISMO

ESPECISMO
Sin duda, uno de los mayores problemas que vive nuestra sociedad actual es el especismo. El ser humano se esfuerza por cada vez controlar, dominar y someter a las otras especies con las que compartimos el mundo. Existe una economía obscena en un crecimiento nefasto, en el que se olvida todo valor humano, ético y moral. Un crecimiento sin límites ni restricciones.
gorila
En el debate por los derechos animales se ha acuñado un nuevo concepto que, por esa misma novedad, es difícil de aprehender y entender en su significado y en sus implicancias más profundas: se trata del especismo. El término "speciecism" fue utilizado por primera vez el año 1971, por el psicólogo inglés Richard D. Ryder en su artículo "Experiments on Animals". En 1986 fue definido por el Diccionario de Oxford como "la asunción de la superioridad humana sobre otras criaturas, lo que lleva a la explotación animal."

El término especismo proviene de la palabra "especie", e indica la actitud humana según la cual la propia especie (humana, en este caso) es privilegiada por algún motivo respecto de todas las otras especies animales. Peter Singer, en su clásico libro "Liberación Animal" lo define como:


"un prejuicio o actitud parcial favorable a los intereses de los miembros de nuestra propia especie y en contra de los de otras."

Este especismo le daría el "derecho" a los hombres de tratar al resto de las especies como meros objetos que están ahí en el mundo, para satisfacer sus propios deseos y servir como medio para conseguir sus objetivos. De ello, el ser humano tendría derechos que se niegan al resto de las especies, o que se supone que no debieran poseer. Para José Ferrater Mora:


"El especismo es respecto a la especie humana entera lo que es el racismo respecto a una raza determinada, ser especista es ser "racista humano". (---) El reconocimiento del humano como especie se transforma en especismo cuando equivale a la negación de derechos a otras especies, que no a la humana."

Una de sus consecuencias más constatables es la explotación que sufren los animales (no humanos) en manos de los animales humanos. Esta explotación busca siempre el beneficio de la especie humana en detrimento del resto: el hombre mata a los animales para comer su carne, para vestirse con sus pieles y crear mil formas de utilizarlos provechosamente como productos. Encierra a los animales salvajes para "conocerlos" o "conservarlos", para experimentar sustancias, para divertirse a su costa o para torturarlos hasta la muerte. En todos estos casos (que reflejan las bases de la industria alimentaria, de entretención, "de la moda", científica, etc.) la especie humana niega ciertas condiciones de los animales para sacrificarlas en aras del "bien humano".

Al ser el especismo una superposición del ser humano por sobre otras especies, se le contrapone la idea de la igualdad como condición de equiparación entre especies. Esta igualdad consiste en que todos los seres vivos, independientemente de sus características individuales, poseen intereses que por el hecho de ser concomitantes a su existencia son considerados como un bien para ellos. De este modo, si todos los seres son diferentes (en cuanto a su fisonomía, inteligencia, desarrollo psíquico, etc.) y cada uno cuenta con diversos intereses que lo determinen, entonces debemos buscar un punto de igualdad que los relacione, una característica que los determine a todos por igual. Esta característica que une a seres tan diversos la argumenta Singer adhiriendo al concepto central del utilitarismo de Jeremy Bentham: la sentiencia o sensibilidad. Para Bentham, al considerar la validez moral de los animales no humanos:


“No debemos preguntarnos: ¿pueden razonar?, ni tampoco: ¿pueden hablar?, sino: ¿pueden sufrir?”

Esta sentiencia, como capacidad para experimentar placer o dolor es moralmente relevante toda vez que considera equivocado cualquier medio que cause sufrimiento intencionadamente, pues:


“si un ser sufre, no puede haber justificación moral alguna para negarse a tener en cuenta este sufrimiento. Al margen de la naturaleza del ser, el principio de igualdad exige que su sufrimiento cuente tanto como el mismo sufrimiento de cualquier otro ser.”

El especismo no sólo no considera los derechos de otros, sino que los niega de raíz por unas diferencias que se argumentan generalmente desde la razón: el hombre es el ser racional y por lo tanto goza del privilegio etnocéntrico de utilizar a los otros sin importar las consecuencias.

El especismo es una enfermedad que siempre ha existido, pero cuyo diagnóstico se ha masificado hace poco más de 30 años. Quienes nos hemos constatado como portadores de esta enfermedad, hemos querido curarnos dejando de volver la espalda y de ignorar los intereses -y por ende, los derechos de los animales no humanos. Es la única forma de construir un mundo más generoso, menos violento y abierto a la riqueza de la biodiversidad.


viernes, 3 de mayo de 2013

MITOS SOBRE LA MEDICINA

MITOS SOBRE LA MEDICINA


El resultado, un artículo publicado hoy en British Medical Journal, echa por tierra mitos como el del crecimiento de las uñas y el pelo tras la muerte. La base de datos médica Medline y el buscador Google son las principales herramientas empleadas por los autores.

1. Hay que beber 8 vasos de agua al día

El consejo de beber al menos ocho vasos de agua al día está tan extendido que es difícil hallar su origen. Según el estudio publicado hoy, se puede remontar a 1945, fecha en que se publicó la siguiente recomendación: “Una cantidad conveniente de agua para los adultos es de 2,5 litros al día en la mayoría de los casos. Una medida ordinaria para las personas es un mililitro por caloría de alimentos. La mayor parte del agua necesaria se incluye en las comidas cocinadas”.

Si se ignora la última frase, el consejo puede confundirse con la necesidad de beber ochos vasos de agua al día. Un estudio publicado en American Journal of Physiology comprobó la falta de evidencia científica de esta recomendación. Es más, el consumo excesivo de agua puede ser peligroso y llevar a intoxicación, hiponatremia (poco sodio en la sangre) e, incluso, la muerte.

2. Sólo se usa el 10% del cerebro

La creencia de que el ser humano sólo utiliza un 10% de su cerebro ha persistido durante un siglo, a pesar de los avances considerables de la neurociencia.

El profesor de la Simon Fraser University Barry Beyer- Stein ha estudiado el origen de este mito y la evidencia que lo desmonta. La creencia se propagó por varias fuentes para llamar la atención sobre las posibilidades de la auto-mejora y fomentar las habilidades latentes de las personas.

Sin embargo, las evidencias provenientes de estudios sobre el daño cerebral, así como las pruebas de diagnóstico por imagen hechas en este órgano, desvelan que las personas usan mucho más del 10% del mismo. De hecho, el daño a casi cada área del cerebro afecta a las capacidades mentales, vegetativas y de comportamiento humano, lo que demuestra que ninguna parte del cerebro está completamente inactiva.

3. El pelo y las uñas crecen tras la muerte

Es uno de los mitos más morbosos y más extendidos. A su difusión pudo contribuir la famosa novela adaptada al cine Sin novedad en el frente, en la que el escritor Erich Maria Remarque describe el crecimiento en forma de hélice de un amigo suyo después de enterrado.

Según el antropólogo forense de la Universidad de Florida William Maples “se trata de una imagen muy poderosa, pero es un espejismo”. Este mito se basa en un fenómeno biológico que sí se da tras la muerte.

La deshidratación del cuerpo hace que la piel seca se retraiga alrededor del pelo y de las uñas, lo que puede crear la apariencia de un aumento de longitud o prominencia de estas estructuras de queratina, debido sobre todo al contraste.

Sin embargo, el crecimiento de la piel y las uñas requiere de una compleja regulación hormonal, que no se sostiene después de la muerte.

4. Leer con poca luz arruina la vista

La idea de que leer con una luz tenue puede ser perjudicial para la vista puede tener su origen en la experiencia de sentir fatiga visual, ya que cuando la luz no es la adecuada, puede tenerse la sensación de que existen dificultades para enfocar correctamente.

Además, en tales circunstancias se reduce la tasa de parpadeos, lo que provoca cierta incomodidad, debido a que los ojos se resecan. Sin embargo, tal como destacan los científicos, lo cierto del asunto es que estos efectos no son en ningún caso persistentes.

Según la mayoría de los oftalmólogos, leer bajo una luz débil no daña los ojos, ya que, aunque puede provocar fatiga visual, no es probable que sea responsable de causar un cambio permanente en el funcionamiento o estructura oculares. Incluso en pacientes con enfermedades oculares, la fatiga visual causada al leer remite al dejar el libro.

5. El pelo crece más fuerte tras afeitarse

La creencia, bastante extendida, de que el cabello vuelve a crecer más rápido, fuerte y oscuro tras afeitarse tampoco puede sostenerse, según las evidencias científicas disponibles, aunque se trata de una idea reforzada por la propia percepción sobre la velocidad a la que parece crecer el vello corporal.

Ya en 1928, un ensayo clínico demostró que el hecho de afeitarse no tenía ningún efecto sobre el crecimiento posterior del pelo. Estudios más recientes han reforzado esta hipótesis, en el sentido de que, tras un afeitado, ni el grosor ni la velocidad de crecimiento del pelo se ven afectados.

De hecho, durante el afeitado se elimina la parte muerta del cabello y no la sección viva, que se mantiene bajo la piel. Lo que sí es cierto es que el pelo cortado no tiene el extremo tan fino como antes del afeitado y que su color es más oscuro porque aún no le ha dado el sol.

6. El peligro del móvil en los hospitales

Aunque muchos hospitales prohiben el uso de teléfonos móviles en sus instalaciones, ante el temor de que puedan interferir en el funcionamiento de aparatos, sobre todo en unidades de cuidados intensivos, existen pocas evidencias que justifiquen estas medidas.

Estudios recientes realizados en Reino Unido han demostrado que los móviles causan interferencias en un 4% de los dispositivos y sólo a una distancia inferior a un metro. Además, sólo en un 0,1% de los casos se registran daños graves.

Hay que tener en cuenta que las mejoras técnicas registradas en los últimos tiempos han permitido reducir incluso los más mínimos efectos. Otros estudios señalan incluso que el uso de teléfonos móviles por parte de médicos reduce el riesgo de errores clínicos provocados por falta de comunicación.