INTUBACIÓN ENDOTRAQUEAL
La intubación consiste en introducir un tubo o sonda en la traquea del paciente a través de las vías respiratorias altas. Dependiendo de la vía de acceso que escojamos, tenemos dos tipos de intubación:
- nasotraqueal: a través de las fosas nasales. Suele utilizarse en intubaciones programadas (anestesia, dificultad respiratoria en aumento...)
- orotraqueal: a través de la boca. Por lo general se utiliza en intubaciones dificultosas o de urgencia (reanimación cardio pulmonar (R.C.P.)), ya que es la más rápida.
El objetivo de este procedimiento es mantener la vía aérea permeable, estableciendo una vía segura de comunicación y entrada de aire externo hasta la traquea. Para esto, el extremo distal del tubo debe quedar aproximadamente a 1-2 cms de la carina, de modo que el aire pueda llegar adecuadamente a ambos bronquios.
- Obstrucción de la vía aérea superior (cuerpo extraño, aspiración de meconio, traumatismos, secreciones...)
- Ausencia de reflejos protectores de la vía aérea (depresión respiratoria producida por anestesia, traumatismo craneoencefálico...)
- Necesidad de aplicar ventilación mecánica con presión positiva (prematuridad entre 25-28 semanas, por déficit de desarrollar alveolar y del sufactante, patologías como bronquiolitis, enfermedades neuromusculares...)
- Orotraqueal:
- intubación de emergencia
- obstrucción de las fosas nasales (estenosis o atresia de coanas, pólipos...)
- obstrucción de la nasofaringe (tumores, hipertrofia de adenoides...)
- sospecha de fractura de base de cráneo
- diátesis hemorrágica moderada-severa
- Nasotraqueal:
- traumatismo facial severo con dificultad para abrir la mandíbula
- rotura de lengua
- quemaduras graves de la cavidad bucal
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